jueves, enero 08, 2009

Vale la pena arriesgarse



Hace unos escasos minutos acabo de leer en un post del blog de Carlos Blanco que "vale la pena arriesgarse aunque haya que perder". Esta premisa la sitúa tanto en el campo empresarial como en el campo personal.

No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación y, curiosamente, de esto mismo hablaba con mi madre anoche. Ella me ha dicho muchas veces que yo siempre opto por las opciones más difíciles y que después, al sufrir el desengaño, me desmorono. 

Tiene razón. Soy una persona que me lanzo a la piscina y que en muchas ocasiones estaba vacía. La mayoría de ellas pero...no me arrepentiré jamás de las decisiones que tomé en el pasado porque los buenos momentos fueron los mejores, insuperables! y los malos, debo reconocer que fueron devastadores. Pero sólo por el hecho de haber vivido la parte positiva, ya valió la pena.

Quien no es conformista prueba suerte una y otra vez hasta que encuentra lo que busca. Cuando uno busca trabajo, o quiere independizarse profesionalmente, no coge la primera opción que se le presenta. La estudia y la analiza, y si no le ve futuro, no se lo piensa y corta. 

No me quiero extender con este tema porque creo que está bastante claro pero hay algo que todos sabemos y que pocos se atreven y es: Quién no arriesga, no gana.





martes, enero 06, 2009


Como todos sabemos, emprender un proyecto no es fácil. Nos asaltan mil dudas y miedos, sobetodo aquellos relacionados con el aspecto económico, y con toda la razón del mundo.

Como ya indiqué en su día, para emprender no sólo es necesario emprender físicamente, sino que primero tenemos que pasar por la fase de startup personal, que realmente es la importante y definitiva.

Si no nos curramos nuestro carácter dirigiéndolo a la perseverancia, ilusión, capacidad de aguantar los tortazos de la vida, entereza, realismo, optimismo...no vamos a llegar a ningún lado.

Antes de montar el rastrillo y de empezar a tener un poquito de éxito (demasiado temprano para decir que es todo un éxito), estuve trabajándome mi persona durante más de un año, y sigo haciéndolo porque es una labor que nunca se puede dejar.

Desde aquí animo a todos aquellos a los que quieren emprender a que se trabajen las ganas de comerse el mundo, a no desanimar, a no dejarlo todo desde el primer tortazo, a tener fuerzas para seguir, a creer en sí mismos. 

Empieza con poquito, piensa en grande, toma las decisiones con rapidez y piénsate mucho cambiar los pasos que has dado. No hagas caso de los malos augurios. Los emprendedores desarrollamos una brújula interna que nos indica si estamos o no por el buen camino, hazle caso!!

El éxito llega, pero le precede el éxito interno. Gánate la batalla.